domingo, 19 de febrero de 2012

Llamémoslo dignidad, Madrid se ha echado a las calles!!!

En medio del frenesí de los carnavales, los españoles han encontrado tiempo para echarse a las calles y una vez mas demostrar que la unión hace la fuerza. Bajo la atenta mirada de Cibeles y Neptuno, testigos de tantos triunfos deportivos commo ilegales duchas tras noches de borrachera, el pueblo, los trabajadores y los parados, aquellos que se ven sumidos en la tan nombrada crisis  que asola el país, se echaron a la calle unidos por un mismo fin. Algo que, mas allá de ideologías, de partidos políticos o banderas, nos preocupa a todos, la situación del país. Aqui no importa el color de tu piel, no importa donde vivas, no importa si tienes trabajo o no, solo importa la lucha común, la reivindicación de lo justo, lo que nos pertenece y alguien nos está quitando.
La carrera de San Jerónimo, El Paseo de la Castellana, las calles adyacentes a la Puerta del Sol han sido tomadas por las masas, ordas de personas que han alzado la voz, los puños, la banderas y los espíritus reivinficativos para conseguir esa meta por la que todos luchamos, por la que debemos luchar, el futuro!
Más allá de que se compartan todas las propuestas y todas esas reclamaciones, es emocionante e incluso sobrecogedor, ver como todas esas personas, de tan diferentes ambientes y condiciones sociales, se han levantado hoy, 19 de febrero, han sacado sus banderas y pañuelos y se han echado a las calles bajo el manto de la igualdad y la protesta por lo que es justo.
Y es que en los tiempos difíciles que corren, desgraciadamente nos hemos acostumbrado a ver estas manifestaciones. Y digo desgraciadamente por que son muchos los levatamientos y pocos los cambios, o mejor dicho, son pocas las mejoras. Y es que sigue sorprendiendo que un país como España, con us infinitas posibilidades, con sus miles de turistas y sus magnificas playas, se vea sumido en una crisis así. La culpa? dificíl de decir. unos dicen que nos confiamos y fuimos víctimas del consumismo, otros le echan la culpa a la inmigración, que siempre resulta para algunos una excusa asequible para no admitir los errores propios, otros le echan la culpa a los gobiernos, a los banqueros, etc. Supongo que la culpa es un poco de todos y debemos admitirlo y aceptarlo así. Todos hemos, quizá, cometido errores. Pero es el momento de solucionarlos, de no desmoronarse, de seguir adelante, de apoyarse los unos a los otros, porque todos queremos lo mismo.
Puedes llamarlo libertad, llámalo trabajo, llamaló calidad de vida, llamémoslo DIGNIDAD!