miércoles, 23 de septiembre de 2015

Superando la ruptura

que se puede decir de una ruptura que no se haya escrito o publicado en alguna revista femenina, o bien haya sido representado por alguna actriz de Hollywood en uno de sus adictivos seriales. 
Pero a pesar de rozar casi lo manido, las rupturas siguen siendo un tema como se suele decir de rabiosa actualidad (quién diría por primera vez esa frase). Sabemos que de forma instintiva, los seres humanos dedican gran parte de su vida a la búsqueda de compañía, ya sea para pertenecer a un grupo de amigos, a un grupo de trabajo y en especial para formar parte de una pareja. Pero, a diferencia de los pingüinos que dedican casi toda su vida a encontrar su compañero ideal y, una vez encontrado, no se separan de él jamás, los seres humanos no tenemos ni la paciencia, ni el tiempo ni el reloj biológico de estas simpáticas aves. Las personas buscamos la compañía, el amor, la protección de nuestros semejantes por muy independientes que sean. Y es normal, que después de tan ardua tarea, la ilusión y las ganas que ponemos en esa ansiada pareja sean exacerbadas y frecuentemente excesivas. Esa pasión, esa interacción química esa chispa, esa emoción, esas mariposas, todo eso que cuando estás soltera te parecen pasteladas sacadas de una novela rosa barata, pasan a ser las sensaciones diarias que se agarran a tu estómago. 
Algunos expertos sostienen la teoría de que esa euforia está condenada a fenecer pasados 3 años, mientras que otros, más positivos, creen en que la creación de endorfinas a lo largo de nuestra vida nos permiten vivir una bonita historia de amor que no acabe nunca. En este ultimo caso, obviamente hace falta encontrar al pingüino ideal. 
Pero como ya sabemos después de unos cuantos años saltando de una relación a otra, ese santo Grial se va pareciendo más a un vaso de chupito a medida que vamos creciendo. 
una ruptura nunca es fácil, hay quien opina que por ese cocktel de hormonas de la adolescencia es peor una ruptura cuando eres muy joven y que el primer amor nunca se olvida. Otros, piensan que las rupturas en la edad adulta conllevan un mayor duelo pues la relación es más profunda y normalmente acarrea demasiadas cosas en común, ya sean amigos, casas, o incluso hijos. Para mí es mucho peor la segundo, pues es inevitable profundizar a otros niveles en una relación, compartir la vida, a familia, las preocupaciones del trabajo o bien los problemas de dinero. Temas que pueden unirte intiman¡mente a alguien, o por el contrario separarte del todo. 
Después de una relación larga parece casi imposible continuar con la vida tal y como era antes de empezar esa relación, pero es que realmente lo es. Las cosas no serán igual, pero eso no tiene porqué ser malo. La vida te hace cambiar, evolucionar y aprender. Si no, sólo perderíamos el tiempo sin sacar ni tan siquiera una conclusión. 
Los motivos de ruptura se pueden contar por cientos, algunos mucho más serios que otros. Y los consejos para superar dicha ruptura se equiparan en número. Cada uno tiene su propia forma de ver las cosas y de afrontar los problemas, pues esta es la mía:

1 NO ES CULPA TUYA Es fácil que después de mucho tiempo desarrollemos una necesidad de estar disponible para nuestro compañero. Una necesidad aún más acusada en mujeres por el instinto maternal que en general todas tenemos. Igual que queremos protección, nos gusta proteger a nuestra pareja, llegando incuso a ser serviciales si la situación lo requiere. Terminar una relación parece ser como dimitir de un trabajo sin tener otro al que agarrarse, y por algún motivo sentimos que hemos fallado, que no lo hemos dado todo, que es culpa nuestra, más allá de quién sea el culpable de la ruptura. Siempre hay una persona que quiere salir de una relación más que otra, en especial cuando se dan infidelidades, engaños o malos tratos. Pero aún así, terminar la relación no es fácil, por muy claro que le parece al mundo y es ese sentimiento de culpa o de fracaso el que nos lo impide. 
Hay que pensar que si la idea de abandonar a una pareja nos ronda la cabeza, es porque obviamente algo falla. Y quizá no sea culpa de nadie, simplemente no funciona. Eso no es un fracaso, el fracaso sería conformarse y ser simplemente feliz a medias el resto de nuestra vida por no querer admitir que la relación está acabada. 

2 HABLA  es un problema frecuente en la gente el no admitir los problemas e intentar dar una imagen de pareja perfecta por muy podrida que esté a relación. Hablar con las amigas, la familia e incluso buscar ayuda profesional, no es ni mucho menos como para avergonzarse. Quizá en soledad magnificamos los problemas y necesitamos alguien que nos de una perspectiva más clara desde fuera. O bien, aquellos que no consideramos importante y acabamos tolerando a nuestra pareja es algo imperdonable y por no admitirlo ni contarlo acabamos aceptando lo inaceptable. Viendo un telediario siempre oímos desgraciadamente el caso de alguna mujer maltratada que llevaba mucho tiempo sufriendo esta situación, y en los peores casos, ha acabado siendo una víctima mortal a manos de su pareja. Y como mujeres nos preguntamos "porqué aguantar eso" parece imposible estar en una relación así. por desgracia es más habitual de lo que parece, pues no todos los casos acaban en televisión, muchos mueren en el anonimato del dormitorio, pero muchas mujeres acaban por aceptar malos tratos con frecuencia psicológicos y jamás se atreven a decir palabra. O si lo hacen, acaban por justificar cualquier acción de su pareja. " es que había bebido, pero el no es así" "sólo ha sido esa vez" "es un padre estupendo" argumentos escuchados de la boca de mujeres que acaban por aceptar su situación e incluso culparse por ella, por lo que jamás buscan ayuda.Contarlo es el primer paso para superar un problema, y buscar ayuda es esencial. No hace falta hacerlo sola, a veces encuentras más apoyo y compresión del que jamás habias pensado.  

3 PERDONATE además de admitir que no es culpa tuya, o no totalmente al menos aun habiendo sido la causante de la ruptura, es importante evitar pensar en cómo lo pasa la expareja después de una ruptura. Muchas veces, al romper con alguien, vemos que a esa persona le cuesta mucho superarlo. Es habitual que el que más sufre, o quien no quiere aceptar la realidad de esa ruptura intente recuperarte con disculpas, lloros y ruegos.  Aqui hace falta mucha entereza, porque una decisión se toma por unos motivos, pero el amor o el cariño que sintamos nos puede hacer flaquear. Escribe los motivos en un papel, recuerdalos e voz alta, habla con alguien cercano- Hay cosas que son imperdonables, y aunque tu expareja lo pase mal, nadie te puede obligar a querer a alguien, ni aunque sea una persona estupenda. Pero mucho menos se puede flaquear cuando esa persona nos ha herido, nos hacho mucho daño o nos ha engañado. Eso no es amor, eso es obsesión. 

4 CONTROL DE CALIDAD una puesta a punto nunca está de más, manicura, cambio de loook, sesión de compras un nuevo corte de pelo, lo ma´s diferente posible, o bien unos masajes, cualquier mimo que nos queramos dar será más que bien recibido. Es fácil que en una pareja estable te descuides un poco y eso mismo haga que tu autoestima se vea perjudicada. pues qué mejor momento que después de romper para pasar la ITV. Un buen lavado de cara que nos dé confianza y ánimos de salir a la calle a comernos el mundo. 

5 ACTIVATE la actividad social y física son la mejor medicina cuando una relación se acaba. Es posible que nos apetezca volver a ligar y a salir y ponerse en forma después de un periodo sedentario en pareja nos hará sentir muy bien. Verse bien físicamente nos da seguridad, autoestima y por supuesto estando en forma obtendremos salud. Pero el ejercicio va más allá. No hace falta pegarse una paliza en el gimnasio, pero una clase de baile, a zumba, un poco de movimiento nos hace segregar endorfinas que nos hacen mas felices. Una hormona que debería venderse a kilos en el super. Además siempre es una buena opción para conocer gente, socializar en un ambiente relajado y ocupara las horas del día que que ahora están por llenar. 
por otra parte socializar de nuevo, sobre todo después de una relación absorbente se hace cuesta arriba. Ahora la tecnología nos pone al alcance de un click todo tipo de plataformas donde conocer a esa persona especial, ya sea pagando una cuota o de forma gratuita y hasta anónima. pero la desconfianza nos puede hacer pensarlo dos veces antes de caer en redes sociales. Otras alternativas son ma´s amigables, menos sexuales y una buena forma de empezar. Recomiendo mi favorita Meet up. una página donde encontrar gente, amigos, que tienen tus mismos intereses y donde socializar se hace mucho mas fácil. Aquí todo es posible, desde quedadas para ir a bailar, clases de yoga, deportes, intercambios de idiomas, cine, club de lectura, todo tipo de actividades que nos harán olvidar poco a poco el pasado, conocer a gente interesante y crear un grupo de amigos con quien compartir esas actividades que a veces no hacemos por no tener compañía. 


SI DUELE; DUELE. El amor es un arte, igual que dicen que lo es la guerra. En el caso del amor, no tiene porqué haber víctimas mortales pero si muchos corazones rotos. Por ello se dice que el tiempo que viene después de romper una relación se llama duelo. Muchos expertos lo compara con la muerte de un ser querido, algo contra lo que no podemos luchar y que solo el tiempo conseguirá apaciguar. quizá sea una exageración, pero a veces perder a una pareja es casi peor, ya que no tendremos a esa media naranja más a nuestro lado, y debemos aceptar que no se puede hacer nada viviendo a veces con la duda de que quizá no lo dimos todo, o que algo se podría haber hecho para mejorar la relación. Una muerte llega a veces sin esperar y de un modo u otro hay que aceptarla, aunque sea con todo el dolor de nuestro corazón. Y una vez más no importa de quién sea la culpa, es inevitable sufrir. por mucho daño que nos hayan hecho, los sentimientos no se borran de un día para otro. A veces el cuerpo nos pide llorar, o gritar, o cabrearnos de igual modo que nos pide sudar cuando tenemos fiebre, o nos hace vomitar cuando tenemos indigestión. No te niegues a ti misma lo que sientes. Si hay que llorar, llora; si hay que reír, ríe; si hay que gritar, grita. No por suprimir las emociones o negar la realidad vamos a superar una ruptura antes.  El cuerpo y la mente necesitan curarse y parte de ese proceso es ir controlando poco a poco las emociones, pero necesitamos soltar todo lo que llevamos dentro o lo arrastraremos siempre. 

Nadie tiene la fórmula para superar una ruptura, todas son dolorosa y el tiempo va poniendo siempre un poco de luz en cada sombra que veamos en el futuro. Superarla no es fácil pero no es imposible, y nadie sabe lo que la vida nos tiene preparado. Lo que está claro es que quien vive sufriendo, no esta viviendo. Solo está esperando morir.