martes, 18 de marzo de 2014

Budismo, una filosofía de vida


Tras años de culto forzado a una religión en la que jamás he creído y que nunca me ha convencido de que esté basada en verdad alguna, he encontrado la verdadera filosofía de vida que quiero seguir en mi vida. La base de toda vida es eliminar el sufrimiento, buscar la felicidad, vivir en equilibrio y conseguir los objetivos que cada uno se vaya marcando. Para muchos, esos objetivos, son conseguir dinero, poder, posesiones y demás derivados de la sociedad consumista en la que nos ha tocado vivir. Pero la vida no está definida por las casas que se tienen, ni se puede contar por los ceros de la cuenta bancaria, ni se debe valorar en función del poder que una persona tenga. La vida se ha de valorar como lo que es, un regalo. Tenemos suerte de vivir y tener la oportunidad de disfrutar cada día simplemente haciendo un pequeño esfuerzo. Algo tan sencillo como levantarse, comer, disfrutar de la familia y de los amigos son las pequeñas acciones que cada día nos llenan la existencia de memorables momentos. Pero muchas veces nos centramos en la supervivencia social y olvidamos los verdaderos principios vitales. No es fácil enfrentarse a las obligaciones diarias, a los problemas, al desamor, a las perdidas... Por ello a lo largo de los siglos se han creado e impartido doctrinas que mermen ese miedo al sufrimiento y a la muerte innata en los seres humanos. Vivir con miedo no es vivir. Y en ese concepto se han basado las religiones a lo largo de la historia. Eliminar el miedo a la muerte, dar esperanza, proporcionar confort y tranquilidad para enfrentarse a la vida es alguna de las bases de las diferentes religiones. Y hasta ese punto, no presentan ningún problema ni conflicto moral, ya que a primera vista lo único que pretenden es ayudar a las personas a alcanzar esa ansiada felicidad. Pero cuando esas doctrinas se hacen dogmas, eso principios se hacen normas y esa fe se convierte en extremismo, toda religión deja de funcionar y lleva al conflicto. En el nombre de diferentes dioses, se han lidiado batallas, cruzadas y guerras. Por defender una religión y sus principios escritos se ha matado, mutilado y esclavizado. Y todo ello no ha llevado más que a la separación de los pueblos que, curiosamente, predican con la frase de "todos somos hermanos". Pero, en realidad, no hacen más que avivar el fuego del odio entre las personas y aumentar las distancias que las separan. 
Por ello creo que toda persona debería seguir una filosofía que exija de ellos mismo ni adoración, ni cumplimiento de normas y que se base en principios de vida y no de muerte. 
Así, empecé a indagar en el Budismo. Una doctrina, no una religión que siguiendo los principios vitales de su fundador Buda, busca la felicidad y la paz interior a través de las buenas acciones. No busca la adoración, ni la sumisión, ni siquiera el cumplimiento de dogma. Sólo ofrece enseñanzas y principios básicos para una vida feliz. Vivir en armonía con la naturaleza, tener una vida sencilla, respetar a la gente que nos rodea y básicamente vivir dejando vivir a los demás son algunas de las enseñanzas que el budismo predica. 

En los próximos blogs nos centraremos en aspectos particulares de eta fantástica filosofía. Por ahora os dejo un enlace de introducción al budismo fácil e interesante. 


Namaste
http://www.introduccionalbudismo.com/budismo.php