martes, 28 de enero de 2014

cuéntame esa historia


Cuéntame esa historia ahora
la de las copas de vino 
las noches de rosas
y los juegos del destino. 

No hay mucho que contar
pero tanto que olvidar...
Esta es la historia, 
que nunca quiero proclamar. 

Terminamos unos vinos
oscuros, como sus ojos felinos.
Era un vino peleón,
que te vuelve vulnerable a la primera libación. 

Bailábamos entre la gente
envueltos en las luces de la noche 
en los susurros de la mente,
entre el ruido de los coches.

Tintineos del cristal,
y un pálpito más fuerte de lo normal.
No hace falta que te cuente 
que la noche... no termino inminente.

Sólo hizo falta una mirada,
medio ebria, medio apasionada.
Me deseaba, yo le quería. 
Me intrigaba, nunca me respondía.

Y así fue pasando la noche
con demasiadas copas
con algunas sornas
y ningún reproche.

Un sorbo más de vino, 
e iría por su camino.
Así que como te digo
sucumbí a mi destino. 

Una asiática rosa 
un juguete por un euro
un camino hasta casa
una encuentro de ensueño

Pero tras una gran noche
llego un frío amanecer
y vinieron los reproches
y los aviones por coger

Así que ahí estamos
decidiendo qué hacer
si seguimos o nos vamos
y nos dejamos de ver

Pero dices que le quieres, 
que no puedes vivir sin él. 

Así es y así lo siento
pero sé que le voy a perder.

Escucha este consejo:
no le dejes escapar
o mirarás al espejo
y te pondrás a llorar

¿Me dices que olvide todo
por no dejarle marchar?
¿que cambie ahora mi destino
y le vuelva a llamar?

Sólo digo que la vida
está para disfrutar
que si amas tanto a alguien
no le dejes escapar.