domingo, 29 de diciembre de 2013

Propósito de año nuevo: SER FELIZ



Otro año se me escapa entre las manos. Parece que ha corrido más que nunca, como si quisiera llegar al final del mismo y olvidarse de los meses que arrastra a la espalda. No ha sido un buen año. No hay más que mirar el periódico, o escuchar la radio, o simplemente a salir a la calle para darse cuenta de que esa sociedad de la que formamos parte, se aleja cada vez más de la utópica imagen que albergamos en el corazón. Trabajo, economía y descontento, son términos al laza como el marisco en Navidad. L crisis, los desahucios o las excarcelaciones son los tormentos que amargan el café de la mañana. No hay noticias agradables, ni frases de aliento, no parece haber lugar para las ilusiones o la esperanza. La vida se ha convertido en una supervivencia en la que nos esforzamos por mantener el equilibrio en la corriente de la rutina. Intentamos aferrarnos con los dedos de los pies a una vida efímera, inerte, apagada, que más alla de abrirnos las puertas hacia el autodescubrimiento, nos las cierra en la cara. 
Aquellos grandes aspiraciones profesionales, las aventuras y los sueños m se muestran cada vez más lejanos. 
A veces quisiera no pensar. Ser como alguien a quien no le importa más que el presente, que no sufre con la desgracia ajena, a quien no le duele ver sufrir a los dem.as. Quizá la vida fuera mas fácil si no empalizáramos con la gente que nos rodea de modo que no nos afectasen los males ajenos. Pero como ser humano, tenemos sentimientos, sufrimos por el que sufre, lloramos por el que llora, lamentamos el lamento de los demás. Eso nos hace personas y no meros animales que se guían por sus instintos más primarios. 

Pero ha pasado otro año y la vida nos ha castigado un poco más. Cambios de trabajo, dificultades económicas, cambio o perdida de la pareja.... Esa es la vida dirían algunos. Igual que otros, en un intento por reconfortar a quien se lamenta por sus desgracias, dirían que si no se sufre no se vive, que la vida igual que el amor, es dolor. Pero cuánto dolor soportamos, cuanta decepciones somos capaces de racionalizar, disfrazar, ocultar, olvidar, para seguir con nuestra pequeña rutina. Cada año somos unos poco más viejo, estamos un poco más cansados y nos sentimos almo mas decepcionados pus el tiempo ha vuelto a marcharse sin dejarnos cumplir algún sueño. 

Y llega la Navidad, que además de traer regalos que colocar bajo el árbol, espumillones conque decorar la casa, luces que brillen en los austeros balcones y más calorías de las que consumimos en un mes entero; nos traen arrepentimientos y fracasos. No vivir donde habíamos soñado, no tener lo que más deseamos o no estar con quien más amamos o hemos amado. 
Y cada año pensamos que el siguiente será mejor, que el mismo día uno de enero empezaremos una serie de cambios que harán nuestra vida más fácil, que nos traerán felicidad, que nos harán sentir mejor. Pero cada unos de enero lo pasamos durmiendo la resaca del día anterior y reposando la extensa comida, y olvidamos la lista de propósitos casi inmediatamente. 
Quizá este año sí que será diferente. Pues no importa lo que el día a día traiga consigo, sólo tengo un propósito y es ser feliz. No dejaré de fumar, si no lo veo acertado, ni me apuntaré al gimnasio porque sé que no voy a ir, ni me comprometeré con más organizaciones a las que no puedo prestar atención. 
Quiero ser feliz, y perseguir esos sueños que alguna vez tuve y que guardo en mi pequeño baúl, en mi wish list. 
Y si al perseguir la felicidad hago daño alguien, ruego me disculpe. Pero nadie puede hacer feliz a otra persona si no es feliz consigo mismo. 

Propósito de año nuevo: ser feliz cada día. 
Ni una lágrima si no es de alegría
ni reproches, ni lamentos, ni melancolía
Ni un segundo sin sonreír,
ni un momento sin sentir. 
No habrá más días oscuros,
no habrá más pozos profundos
no pasara ni un segundo,

sin querer ser parte de este maravilloso mundo.