Me permito tomar prestadas estas palabras de Pablo
Neruda, tan bellas, ta únicas y con tantas posibles interpretaciones escondidas
en sus sonidos que podría estar horas imaginando la escena que narran.
En su llama mortal la luz te envuelve.
Absorta, pálida doliente, así situada contra las viejas hélices del crepúsculo
que en torno a ti da vueltas. Muda, mi amiga, sola
en lo solitario de esta hora de muertes y llena de las vidas del fuego, pura
heredera del día destruido PABLO NERUDA