miércoles, 30 de octubre de 2013

El baúl de los sueños

Mientras tomaba un descanso entre las aventuras de Juliett, me puse a ordenar un baúl que tengo en el salón. Siempre he querido tener un baúl como los que he visto en películas como "los puentes de Madison". Hecho de madera, pintado con algún motivo bucólico en tonos pastel,... Una cursilada puede parecer, pero todos necesitamos un baúl en la vida. Allí podremos guardar todos esos pequeños objetos que, más allá de su valor económico, representan algo importante en nuestra vida. Quizá no es más que un puñado de fotos, un pequeño joyero lleno de pulseras de macarrones, o un chal de encaje de nuestra abuela. Puede que no sea nada caro, ni siquiera bonito, pero son todas las cosas que, pasado un tiempo, volveremos a ver y nos llenarán de nostalgia y ternura. Estaba buscando entre todas las fotos y abalorios, en busca de las viejas guías de viaje que me han acompañado en mis escapadas perro flauta,  y he encontrado una preciosa caja de madera que pinté yo misma hace años y se me ha ocurrido convertirla en una caja de sueños, una especie fondo de inversión para el futuro. Me he puesto a pensar en todo lo que me gustaría hacer en los próximos cinco años, todo lo que más deseo, los lugares que quiero visitar, la gente que quiero conservar en mi vida y las metas que quiero alcanzar. He introducido una lista de deseos en la caja y algo que me recuerde a ellos. He cerrado la caja con un precinto que pone 5, los años que me concedo para conseguirlo. Y espero que dentro de cinco años, vuelva a abrir esa caja y lo que ahora son sueños, se hayan hecho realidades. 

No es fácil conseguir siempre lo que uno se propone, el tiempo pasa y mata los sueños entre rutinas y decepciones. A veces los sueños no se cumplen, pero nada ni nadie te puede quitar la capacidad de soñar. 

"los viejos sueños fueron buenos sueños. No se realizaron, pero me alegro de haberlos tenido"